PROYECTO COMUNITARIO DE MUJERES KICHWA

Kichwa - FEEL THE AMAZON - Anakonda Amazon Cruises

La comunidad de mujeres indígenas Kichwa dirige dos proyectos de turismo sostenible que protegen la Amazonía de la deforestación: Mandi Wasi, ubicada en la comunidad El Pilche y Sani Warmi, ubicada en la comunidad Sani. Las Warmis (mujeres) reciben turistas en sus casas comunitarias y comparten sus cultura, gastronomía y estilo de vida.

En esta visita, nuestros huéspedes son recibidos en la entrada de la comunidad por una de las mujeres, que junto con los guías, presentan el propósito y la misión de la organización, la cual ofrece oportunidades de trabajo a las mujeres locales como una fuente alternativa de ingresos para las comunidades en lugar de las prácticas ancestrales de caza y deforestación.

Después de la breve introducción, los visitantes son conducidos por una hermosa entrada con escalones de barro y madera hacia una cabaña octogonal. El techo está hecho de hojas de palma y los soportes de la cabaña están hechos de árboles de chonta.

Las mujeres hierven las hojas de la planta de guayusa en un tazón grande y preparan té tibio de guayusa servido en tazas hechas a mano a los visitantes. Este té es vital para las personas Kichwa, quienes lo beben todas las mañanas con su familia mientras se sientan en la cocina. El té de Guayusa contiene cafeína, que proporciona energía para las tareas del día. Los habitantes locales también creen que el té de guayusa los protege de los insectos y las serpientes. Esta tradición de tomar el té temprano en la mañana ocurre antes de que salga el sol alrededor de las 4 a.m., aquí es donde los mayores transmiten sus conocimientos a sus hijos y planean el día.

Después del té, nuestra anfitriona nos lleva a caminar al centro de la comunidad. En el camino se pueden ver ejércitos de hormigas llevando hojas a medida que avanzan. En el centro de la comunidad, se encuentra un gran campo de fútbol. Todos los domingos, personas de todo el área se reúnen aquí para jugar y ver los juegos. Incluso las mujeres juegan, lo cual es raro entre las comunidades kichwa. También se puede ver la escuela y las viviendas que rodean el campo.

Ochenta niños asisten a la escuela, y solo dos maestros imparten clases en español y kichwa. Los estudiantes vienen de los alrededores y llegan a la comunidad en un «bote escolar» en lugar de un autobús escolar.

A la vuelta de la esquina, la anfitriona te lleva a un área pequeña donde encontrarás una fruta de cacao sujeta con un palo afilado de tres pies. Es tu objetivo! Tienes la oportunidad de disparar un dardo desde una auténtica cerbatana Kichwa. Llamada «pukuna» en el idioma kichwa, esta arma es solo para cazar animales, no para la guerra. Perezosos, osos hormigueros y monos son objetivos potenciales. La cerbatana está hecha de madera de palma y envuelta en una cinta natural sellada con cera de abejas. Los dardos están hechos de hojas de palma. Los kichwas usan la mandíbula de una piraña para hacer una incisión en el dardo para afilarla y marcar la punta venenosa del resto del dardo. El veneno se llama curare y actúa como un relajante muscular que causa que el animal infligido tenga un ataque cardíaco o insuficiencia respiratoria.

Después de probar con la cerbatana, los invitados se dirigen a la cocina. Aquí puedes ver a las mujeres preparando algunas delicias amazónicas tradicionales para que los visitantes puedan degustar. Las guías dan una pequeña introducción sobre el uso del fuego y otras herramientas utilizadas en la cocina kichwa. Una de las mujeres comienza a pelar la yuca con un machete, luego la ralla con un mango espinoso hecho de la palma en un recipiente que parece una pequeña canoa ahuecada. Chontacuro, plátano dulce y maito (envuelto) se cocinan al fuego; mientras se ofrece tazas de chicha. Esta bebida tradicional hecha de yuca y papa dulce es aproximadamente cuatro a cinco por ciento alcohólica. Las personas kichwa dependen de la chicha como alimento alternativo cuando no hay abundante comida. El Amazonas es biológicamente rico, pero la comida no es abundante. Puede ser un desafío cazar animales, especialmente por la densidad de la selva. Los miembros de la comunidad pueden comer y beber chicha durante unos días cuando los esfuerzos de caza se han quedado cortos. Una de las mujeres mostrará cómo usan una canasta tejida para transportar yuca, usando una correa que se colocan en la frente.

Después de comer chicha, pescado, plátano dulce y, para nuestros huéspedes más aventureros, el crujiente chontacuro (larva de escarabajo), tendrás la oportunidad de comprar artesanías y joyas hechas por las mujeres. Tienen una gran variedad para elegir. Las mujeres se dividen en grupos y toman turnos para permanecer en este lugar en particular. La mayoría de las mujeres en la Amazonía no tienen la oportunidad de tener un trabajo propio diferente al de sus tareas familiares, por lo que la visita de nuestros huéspedes contribuye a mantener este maravilloso proyecto.