ENCUENTRO CON LA COMUNIDAD SECOYA

Secoyas - FEEL THE AMAZON - Anakonda Amazon Cruises

A orillas del río Aguarico encontramos a la comunidad Secoya, una comunidad minoritaria de alrededor de ochocientos miembros. Cuando visitamos a los Secoya, nos reciben en una de sus casas, una gran sala abierta situada sobre pilotes y cubierta por un grueso techo de paja. Los Secoya construyen estas estructuras en dos o tres semanas y cuentan con la ayuda de cerca de veinte miembros de la comunidad. Siempre ha sido una forma en que trabajan y se apoyan para ayudarse mutuamente.

Esta es una experiencia auténtica, en la cual nuestros guías naturalistas presentan a los miembros más sabios de la comunidad. Si deseas saludarlos en su propio idioma, puedes decir «gee-kay-hey». Los Secoyas han desarrollado una cosmovisión de gran riqueza, que se manifiesta en la tradición oral y las representaciones simbólicas de su cultura material. Los hombres se visten con su ropa tradicional y usan una corona de plumas sobre su cabeza. Se han adaptado a diversos lugares y han integrado su cultura con la agricultura artesanal. Por esta razón obtienen su alimento de la pesca, la caza y la recolección de frutas.

En esta visita tenemos la oportunidad de preparar «Casabe», una especie de tortilla elaborada con yuca que es el alimento principal del pueblo Secoya. Después de presentar a los sabios de la comunidad, las mujeres nos invitan a rallar la yuca junto a ellas, la cual se cosecha cada día de las plantas que crecen justo afuera de sus hogares. Primero, se limpia la yuca en un recipiente con agua del río. Las mujeres ya han pelado y preparado previamente la yuca para esta actividad. Nos ubicamos en el suelo de la casa y rallamos la yuca en una hoja de metal perforada. 

La yuca rallada cae en un cuenco de madera con forma de bote de unos cuatro pies de largo que está hecho de un árbol de cedro rojo. Cuando se termina de rallar la yuca, se procede a secarla, para posteriormente tener como resultado una crujiente tortilla elaborada de esta raíz local. Para la degustación, el Casabe se acompaña con una salsa picante.

Al caminar por la comuna, notarás que todas las casas están sobre pilotes de madera. Las fluctuaciones en el río pueden ser de muchos metros, dependiendo de las lluvias y la temporada. Podemos observar también el salón de clases de los Secoyas. Es solo una habitación con cinco mesas pequeñas donde los niños pueden estudiar. 

Entre las actividades económicas, tienen mucho que ofrecer a través de la artesanía. Las mujeres de la comunidad tejen, hacen alfarería y joyería artesanal, mientras que los hombres de la comunidad se enfocan en la elaboración de herramientas de caza como flechas y lanzas, así como también canoas, flautas, collares y las coronas de plumas que los caracterizan.

Al final, puedes pintar tu cara con la pintura roja tradicional de la tribu. Este tipo de arte es una expresión auténtica propia de las mujeres Secoya y una de las experiencias únicas que nos encanta compartir, es como sentirse parte de la comunidad. Por otro lado, las mujeres más jóvenes exhiben y ofrecen sus joyas artesanales que están hechas de madera, semillas y piedras de la selva a precios muy asequibles. La compra de estas joyas contribuye en gran medida a apoyar a la comunidad Secoya, ya que sus opciones para ganar dinero en efectivo son limitadas. Esta es una experiencia memorable en la que el intercambio de expresiones y tradiciones es único, y produce en quien las vive un recuerdo para atesorar en este encuentro.